Mario Gas dirige una adaptación teatral firmada por Gerard Vázquez de La Strada, un filme emocionante de Federico Fellini, merecedor del Oscar a la mejor película extranjera en 1954.
La poesía y la miseria se unen en esta obra que refleja la Italia de la Postguerra. Todo comienza cuando una muchacha ingenua y tranquila es vendida por su madre a un forzudo de circo, bravucón y violento para que le ayude en su espectáculo ambulante. En el camino surge entre ellos un atisbo de amor, que no consigue aflorar a causa del orgullo de él y la timidez de ella. Ambos comparten una profunda soledad y una vida de marginación, desarraigo y miseria, hasta que se encuentran con El Loco, otro artista de circo que provocará los celos de Zampanò y con ello un trágico desenlace.